Es el tipo de terapia psicológica que se hace entre una sola persona y un psicólogo. Se suele emplear para trabajar los trastornos de ansiedad, depresión, baja autoestima...
Es el tipo de terapia psicológica que se da a los dos miembros de una relación sentimental, para ayudar a solucionar problemas y conflictos dentro de la misma.
Es el tipo de terapia psicológica que trata de ayudar a los diferentes miembros de una familia, a mejorar la comunicación y a resolver conflictos entre ellos.
La terapia grupal se lleva a cabo con un grupo de entre 6 y 12 personas que, generalmente, comparten un momento o un problema vital de cierta intensidad o gravedad.
La psicoterapia es un proceso de comunicación entre un profesional experto (terapeuta) y una persona necesitada de ayuda (paciente), que se aplica con el propósito de mejorar la calidad de vida de la persona que acude a la consulta, con el objetivo de modificar su conducta, actitudes, pensamientos y afectos, de forma que pueda encontrar una forma distinta de enfrentarse a las situaciones adversas o una nueva forma de enfocar los problemas que le provocan malestar.
Consiste en ayudar a la gente a ver y cuestionar la forma de ver la realidad que está causando su sufrimiento, con la intención de conseguir que la persona sea más ella misma. Se aplica para aliviar el sufrimiento. La realizan una o varias personas, cualificadas por su formación. Y que acuerdan un contrato con el paciente con el objetivo de aliviar sufrimiento y liberar sus potencialidades.
Todos los seres humanos somos capaces de cambiar, a cualquier edad. Los cambios generan riesgos e incertidumbre, lo que, con frecuencia, provoca miedo y, en consecuencia, nos aferramos a la idea de seguir igual, o desenmascarar los problemas a través de “anestesias”, como por ejemplo las drogas. El problema es que así no hacemos más que agudizar el sufrimiento. Por ello, en algunos momentos necesitamos apoyo e intentar cambiar las cosas con la ayuda de un profesional es la mejor opción que podemos tomar.
Dos características que unifican a la psicoterapia son:
• El contacto directo y personal entre el psicoterapeuta y quien le consulta, principalmente a través del diálogo.
• La calidad de la «relación terapéutica», esto es, una relación de ayuda destinada a generar un cambio en quien consulta.
Dentro de la psicoterapia existe una gran diversidad de corrientes o enfoques aplicados al ámbito psicoterapéutico:
Las psicoterapias dinámicas, que derivan del psicoanálisis. El psicoanálisis concibe nuestro psiquismo como algo dinámico, compuesto por una parte consciente y otra inconsciente, siendo esta última la que determina nuestra conducta. Parte de la base de que los problemas del presente tienen su base en conflictos del pasado no resueltos. El proceso permite que aflore el contenido inconsciente, que después debe ser interpretado por el terapeuta.
Las psicoterapias cognitivo-conductuales. En ellas, el terapeuta utiliza técnicas avaladas por la investigación científica para modificar la valoración cognitiva (la interpretación que hacemos de la realidad) y la conducta. Desde esta perspectiva se sabe que para resolver un problema hay que modificar determinadas acciones o conductas, para lo que es preciso actuar en dos líneas de trabajo: la primera, una definición conjunta del problema y la segunda, un análisis del mismo en términos operativos y modificables para solucionarlo.
Las psicoterapias humanistas (Rogeriana, Gestalt) están basadas en la relación interpersonal entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta acompaña al cliente para que desarrolle sus cualidades y encuentre por sí mismo la solución a sus problemas existenciales. Esencialmente, se basa en el potencial de crecimiento que tiene cada persona.
La psicoterapia transpersonal va más allá del cuerpo y la mente y se adentra en la espiritualidad; facilita el crecimiento personal o la toma de conciencia y, en esa perspectiva, tiene especial relevancia la experiencia trascendente, para lo que se utilizan diversas técnicas con la finalidad de explorar la conciencia, entre las que se encuentra la meditación.
La psicoterapia sistémica considera los problemas de una persona como la expresión de que algo funciona mal en su hogar, su sistema familiar o su pareja, lo que implica hacer cambios en dicho sistema.
Todos los enfoques coinciden en que la terapia es beneficiosa para las personas que las recibe, y en que el hecho de que una se muestre eficaz no resta valor a las demás. La aplicación de un tipo de terapia u otro, dependerá de las características y circunstancias de cada persona.
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